El mar, rica fuente de recursos para nuestro desarrollo, vía de comunicación entre nuestras costas y ancha puerta para dar salida a nuestras exportaciones. El trabajo, el esfuerzo y la diaria faena de nuestra Marina Mercante y de nuestra Armada de México se complementan.
Los mexicanos nos sentimos orgullosos de la entrega y la devoción de su gente de mar. Es por eso que el 1 de junio que se celebra el Día de la Marina estos hombres y mujeres valientes, leales y patriotas están más presentes que nunca.
Los hombres de mar son seres privilegiados por tener el azul en la pupila, el aroma, la brisa, y el murmullo del mar en todo su ser. Son unos enamorados del océano, del cielo estrellado, de los amaneceres, de los días de lluvia y de los días de sol. Lo aman, lo respetan y le temen.
Los marinos tienen un sello especial; piel tostada de mar y sal, compañerismo heroico, tristeza al zarpar y la inmensa alegría al arribo a buen puerto. Su familia esperándolos por largos meses con el Jesús en la boca y con el corazón en un hilo al saber que el ser amado se encuentra navegando en las inmensas, profundas e insondables aguas del océano.
El 1 de junio, Día de la Marina Nacional, es el día de los pescadores, de los maquinistas, de los ingenieros navales, prácticos de puerto, marinos mercantes, marinos militares, de toda la gran fuerza de trabajo que hombres y mujeres con verdadera pasión y entrega viven de él.
¡¡¡BUEN VIENTO Y BUENA MAR PARA NUESTROS MARINOS MEXICANOS!!!
Cuéntame del mar marinero.
Dicen que hay toros azules/
en la primavera del mar/
El sol es el caporal/
y las mantillas las nubes/
que las mueve el temporal/Dicen que hay toros azules/
en la primavera del mar/
Háblame del mar, marinero/Dime si es verdad/
lo que dicen de él/
Desde mi ventana no puedo verlo/
Desde mi ventana/
el mar no se ve.
Dicen que el barco navega/enamorado del mar./
Buscando sirenas va,/
buscando sirenas nuevas/
que le canten al pasar./
Dicen que el barco navega/enamorado del mar.
—Poema de Rafael Alberti
Los hombres de mar son seres privilegiados por tener el azul en la pupila, el aroma, la brisa, y el murmullo del mar en todo su ser