La política mexicana pasa por una crisis terrible, provocada por la ambición de algunos que la ejercen sin ideales y sin principios, llevados sólo por sus intereses personales, sin importarles los derechos del pueblo, vamos, ni siquiera de sus militantes o simpatizantes que los han apoyado.

Eso está pasando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que hoy se encuentra en plena terapia intensiva, después de la aplastante derrota sufrida en las pasadas elecciones presidenciales, a punto de convertirse en un cadáver político listo para su entierro final.

A ese grado lo está llevando su actual presidente nacional, Alejandro Moreno (Alito), quien sin un asomo de vergüenza pretende perpetuarse en el cargo que ostenta, al menos por 8 años más, al reformar los estatutos de no reelección, con el apoyo de un grupúsculo de incondicionales comprados con promesas de cargos públicos en el futuro.

Alito está condenado a ser señalado con índice de fuego como enterrador político, como el hombre que le dio el puntillazo a un instituto que gobernó por más de 80 años en el país, a un PRI que, sea como sea, escribió importantes páginas en el desarrollo de México. En otros temas, en Tampico Chucho Nader Nasrallah volvió a ser depositario del sentir del país, al recibir la aprobación como el mejor alcalde de México, de acuerdo a una encuesta levantada por la empresa Mitofsky, en base a la gran obra de su administración que llevó al puerto a brillar como ciudad moderna, progresista y hospitalaria.

En cinco años de trabajo continuo, Chucho Nader logró cambiar la imagen de Tampico en limpieza, iluminación, pavimentación, parques de recreo, instalaciones deportivas y paseos turísticos.

Por el rumbo de Altamira, el alcalde Armando Martínez Manríquez desmintió la especie esparcida por los enemigos del régimen morenista, los que de manera malévola aseguraban que el agua distribuida por Comapa estaba contaminada.

Nada más falso que esas afirmaciones, dijo el alcalde en su mañanera del lunes, orquestadas por gente sin escrúpulos con el fin de dañar la buena marcha de la actual administración municipal. Ya lo había dicho el responsable de Coepris, Alberto Rebolledo Urcadiz, al informar que “no hay ningún problema, el agua está sanitizada, está en las condiciones necesarias para ser utilizada por la gente”.

“Altamirenses, pueden sentirse tranquilos y seguros de que el gobierno municipal, de la mano con el gobierno del Estado, estamos trabajando para que tengan la mejor salud”, aseguró Armando Martínez.

En Ciudad Madero, el alcalde electo Erasmo González Robledo, está ya trabajando sobre un importante proyecto para convertir al municipio en un nuevo polo de desarrollo económico en base a la diversificación de actividades productivas, independientes de la máxima industria de Pemex y el centro turístico de la Playa de Miramar.

Por su parte, el diputado electo Adrián Oseguera Kernion, desde ya se encuentra haciendo gestiones en la Ciudad de México para atraer apoyos de la Federación.

P.D.- Pobre PRI, tan lejos de la gente y tan cerca de Alito.