/ miércoles 18 de septiembre de 2024

Alfa y Omega / Claudia seguirá construyendo

El pasado día 15, día de la celebración de nuestra Independencia, la ceremonia del tradicional Grito en el balcón principal del Palacio Nacional reunió en el Zócalo a cientos de miles de mexicanos y mexicanas que acudieron al encuentro de dos actos históricos: la despedida de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República y el triunfo de la Cuarta Transformación.

Cerca de medio millón de personas, después del ceremonial Grito de Independencia, arengaban a todo pulmón vivas en favor de AMLO, el hombre que logró un gran avance en la transformación de las conciencias de millones de hombres y mujeres mexicanos y sembró la semilla de una verdadera democracia, venciendo a todos aquellos que ansiaban y proclamaban maliciosamente su caída.

El hombre de Macuspana, Tabasco dejará a partir del último día de este mes de septiembre el mando institucional del Gobierno de México y lo entregará a Claudia Sheinbaum Pardo, primera mujer en toda la historia del país que asume las riendas y la conducción de los destinos de la Patria.

Todos aquellos adversarios de López Obrador que pregonaban con rabia manifiesta que con AMLO el país iría al precipicio de la historia se quedaron llorando su terrible equivocación y hoy tratan de esconder su vergüenza de haber quedado como traidores a la Patria.

Y aun así, siguen los dirigentes prianistas en su miserable campaña de desprestigio contra López Obrador; hoy todavía siguen insistiendo ante organismos internacionales a través de lo que queda del PAN, buscando lo que constitucionalmente no tiene reversa: la derogación de la reforma del Poder Judicial.

La oposición en México cayó en lo más bajo de la política; vendió sus activos al mejor postor y sus dirigentes, Marko, Alito y Zambrano, solo trabajaron en su propio beneficio, despreciando las causas más sentidas del pueblo.

Y esos malos dirigentes, en su insatisfecha ambición de poder y de dinero, aún se aferran a seguir depredando los despojos de sus respectivos partidos, aun cuando sus propios correligionarios les estén exigiendo que renuncien a los privilegios que nadie les autorizó.

Aunque dicho sea sin ambages, uno ya murió (el PRD), otro está en terapia intensiva (el PRI) y otro más va que vuela al basurero de la historia (el PAN).

Y todavía en los estertores de su fallida vida política, los prianistas, coludidos con la oligarquía mexicana, mandan llamar y traen al expresidente Ernesto Zedillo para que critique la Cuarta Transformación y toda la obra de AMLO.

Qué vergüenza, Zedillo, un político causante de que millones de mexicanos perdieran su patrimonio y miles se suicidaran por haber quedado en la miseria por culpa del Fobaproa, viene a escupir hacia arriba con sus aires de maestro de postín.

En fin, Andrés Manuel López Obrador ya se va, pero su herencia política y su aportación a la democracia mexicana, así como su amor por el pueblo, por la gente más humilde, ahí quedará, en los anales de la historia, como ejemplo para las actuales y futuras generaciones.

P.D.- Claudia Sheinbaum toma la estafeta y de seguro seguirá construyendo sobre las bases firmes que deja su maestro.