/ martes 26 de noviembre de 2024

Acontecer político / ¿Un país sin mordazas?

  • ¿Cuál dictadura?
  • Alta aprobación de Claudia
  • Luisa María en Tampico

Muchas voces identificadas con la oposición siempre criticaron a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR por sus conferencias mañaneras y por el espacio semanal que el hoy expresidente dedicaba bajo el tema ¿Quién es quién en las mentiras?, por considerar que constituían un ataque a la libertad de expresión y satanizaban a sus críticos.

Hoy pasa lo mismo con la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM y su sección “El Detector de Mentiras”.

Lo que en realidad se pretende con estos ejercicios, es hacer uso de un derecho de réplica por parte del gobierno de la república ante las informaciones que puedan resultar dolosas, fuera de contexto o efectivamente carentes de fundamento. Es un derecho consagrado para todos los ciudadanos.

A AMLO se le llamó en espacios de opinión impresos o electrónicos “pendejo”, “mentiroso”, “payaso” y otros epítetos que antes no se podían enderezar a un jefe del ejecutivo federal sin que quedara en riesgo la libertad y hasta la vida de quienes los profirieran, por más que los destinatarios se los merecieran sobradamente.

A la doctora CLAUDIA igualmente las voces conservadoras le reprochan sus dichos aclaratorios bajo el argumento de que también coartan el derecho a la opinión disidente y algún cómico metido a comunicador le endilga calificativos pocos edificantes.

Esto no pasa en una dictadura como la que quieren insinuar. ¿Se imagina usted que a Augusto Pinochet algún medio o algún ciudadano chileno lo hubiera tildado en su tiempo de “pendejo”? Por menos que eso mató a miles de opositores.

Durante la dictadura militar en Argentina se empleó la detención, la tortura y la desaparición contra quienes se oponían al régimen castrense, cercenando las libertades públicas y acallando cualquier expresión en contrario.

A LUIS ECHEVERRIA, el colectivo popular lo consideraba intelectualmente limitado. Fue muy esparcido un cuento en el que el entonces presidente subió a un avión y antes de entrar a la cabina, se dio ocho golpes de cabeza contra la estructura del aparato. Cuando un ayudante se percató de ello, le preguntó: “Señor presidente, qué hace”, a lo que el mandatario contestó “Es que allí dice “DC 8”, que correspondía al tipo de la aeronave.

JOSE LOPEZ PORTILLO, en un discurso en el que defendía a los pobres, soltó algunas lágrimas. Terminado el evento, también un ayudante le dijo: “Señor Presidente, ¿por qué hizo eso? Y el mandatario Respondió: “Es que en el discurso que me dieron decía “llora”. “No, señor leyó mal”, respondió el ayudante, el texto era “y ahora”.

Nunca, en ningún espacio editorial, ni siquiera de manera chusca, se hizo referencia a esas bromas populares.

Es más, cuando el mismo LOPEZ PORTILLO sintió que algunos medios lo criticaban, les hizo un reclamo por demás humillante: “No les pago para que me peguen”, considerando que el papel de la Prensa se limitaba a elogiarlo.

En México, el escenario es ahora totalmente distinto. La figura presidencial está bajo el escrutinio riguroso y ha dejado de ser intocable, en un equilibrio nunca antes visto que corresponde a una democracia que poco a poco hemos ido construyendo los mexicanos y que no sería posible en una “dictadura” como la que algunos grupos de interés pretenden sembrar en el imaginario popular.

Bienvenida la libertad de expresión para señalar reales o supuestos yerros en la función pública. Pero esa libertad no está exenta de réplicas que son parte de una sana confrontación para que sea la opinión pública la que forme sus propios criterios.

Y si en las redes sociales de nuestros días, incluso entre amigos, hay desacuerdos, ¿por qué asustarnos de que haya divergencias y contradicciones en otros foros de la política nacional? Un país, donde cada quien, por el medio que sea, puede decir lo que piensa así sea en términos poco cordiales tocando figuras antes sagradas, es un país sin mordazas, por mucho que haya quienes digan lo contrario y se indignen simplemente porque no siempre se les concede la razón.

Y hablando de CLAUDIA SHEINBAUM, un sondeo reciente evidenció que a dos meses de su llegada a la jefatura del estado mexicano, cuenta con una aprobación del 74 por ciento entre la ciudadanía, lo cual le otorga un amplio margen de maniobra en las reformas que está ejecutando.

Tampico será mañana el centro de la atención política en el estado con motivo de la presencia de la dirigente nacional de MORENA, LUISA MARIA ALCALDE LUJAN y del secretario de Organización, ANDRES MANUEL LOPEZ BELTRÁN, quienes presidirán una asamblea informativa en el Centro de Convenciones. La visita de la joven exsecretaria del Trabajo y de Gobernación forma parte de la gira nacional que ha emprendido para reorganizar y robustecer el partido guinda, con la meta de incorporar 10 mil ciudadanos a su padrón de militantes, lo que lo convertiría en una fuerza colosal frente a la oposición cada vez más diezmada. Como los tres municipios de la zona conurbada son gobernados por el Movimiento de Regeneración Nacional, se espera que la afluencia al acto sea considerable y se enviará un mensaje de que en Tamaulipas la cuarta transformación, bajo el liderazgo del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, es indiscutible.

A ver cómo les queda el ojo al PAN y al PRI que cada día pasan más desapercibidos por una sociedad a la que defraudaron.

E-mail: raulpazos45@gmail.com

  • ¿Cuál dictadura?
  • Alta aprobación de Claudia
  • Luisa María en Tampico

Muchas voces identificadas con la oposición siempre criticaron a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR por sus conferencias mañaneras y por el espacio semanal que el hoy expresidente dedicaba bajo el tema ¿Quién es quién en las mentiras?, por considerar que constituían un ataque a la libertad de expresión y satanizaban a sus críticos.

Hoy pasa lo mismo con la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM y su sección “El Detector de Mentiras”.

Lo que en realidad se pretende con estos ejercicios, es hacer uso de un derecho de réplica por parte del gobierno de la república ante las informaciones que puedan resultar dolosas, fuera de contexto o efectivamente carentes de fundamento. Es un derecho consagrado para todos los ciudadanos.

A AMLO se le llamó en espacios de opinión impresos o electrónicos “pendejo”, “mentiroso”, “payaso” y otros epítetos que antes no se podían enderezar a un jefe del ejecutivo federal sin que quedara en riesgo la libertad y hasta la vida de quienes los profirieran, por más que los destinatarios se los merecieran sobradamente.

A la doctora CLAUDIA igualmente las voces conservadoras le reprochan sus dichos aclaratorios bajo el argumento de que también coartan el derecho a la opinión disidente y algún cómico metido a comunicador le endilga calificativos pocos edificantes.

Esto no pasa en una dictadura como la que quieren insinuar. ¿Se imagina usted que a Augusto Pinochet algún medio o algún ciudadano chileno lo hubiera tildado en su tiempo de “pendejo”? Por menos que eso mató a miles de opositores.

Durante la dictadura militar en Argentina se empleó la detención, la tortura y la desaparición contra quienes se oponían al régimen castrense, cercenando las libertades públicas y acallando cualquier expresión en contrario.

A LUIS ECHEVERRIA, el colectivo popular lo consideraba intelectualmente limitado. Fue muy esparcido un cuento en el que el entonces presidente subió a un avión y antes de entrar a la cabina, se dio ocho golpes de cabeza contra la estructura del aparato. Cuando un ayudante se percató de ello, le preguntó: “Señor presidente, qué hace”, a lo que el mandatario contestó “Es que allí dice “DC 8”, que correspondía al tipo de la aeronave.

JOSE LOPEZ PORTILLO, en un discurso en el que defendía a los pobres, soltó algunas lágrimas. Terminado el evento, también un ayudante le dijo: “Señor Presidente, ¿por qué hizo eso? Y el mandatario Respondió: “Es que en el discurso que me dieron decía “llora”. “No, señor leyó mal”, respondió el ayudante, el texto era “y ahora”.

Nunca, en ningún espacio editorial, ni siquiera de manera chusca, se hizo referencia a esas bromas populares.

Es más, cuando el mismo LOPEZ PORTILLO sintió que algunos medios lo criticaban, les hizo un reclamo por demás humillante: “No les pago para que me peguen”, considerando que el papel de la Prensa se limitaba a elogiarlo.

En México, el escenario es ahora totalmente distinto. La figura presidencial está bajo el escrutinio riguroso y ha dejado de ser intocable, en un equilibrio nunca antes visto que corresponde a una democracia que poco a poco hemos ido construyendo los mexicanos y que no sería posible en una “dictadura” como la que algunos grupos de interés pretenden sembrar en el imaginario popular.

Bienvenida la libertad de expresión para señalar reales o supuestos yerros en la función pública. Pero esa libertad no está exenta de réplicas que son parte de una sana confrontación para que sea la opinión pública la que forme sus propios criterios.

Y si en las redes sociales de nuestros días, incluso entre amigos, hay desacuerdos, ¿por qué asustarnos de que haya divergencias y contradicciones en otros foros de la política nacional? Un país, donde cada quien, por el medio que sea, puede decir lo que piensa así sea en términos poco cordiales tocando figuras antes sagradas, es un país sin mordazas, por mucho que haya quienes digan lo contrario y se indignen simplemente porque no siempre se les concede la razón.

Y hablando de CLAUDIA SHEINBAUM, un sondeo reciente evidenció que a dos meses de su llegada a la jefatura del estado mexicano, cuenta con una aprobación del 74 por ciento entre la ciudadanía, lo cual le otorga un amplio margen de maniobra en las reformas que está ejecutando.

Tampico será mañana el centro de la atención política en el estado con motivo de la presencia de la dirigente nacional de MORENA, LUISA MARIA ALCALDE LUJAN y del secretario de Organización, ANDRES MANUEL LOPEZ BELTRÁN, quienes presidirán una asamblea informativa en el Centro de Convenciones. La visita de la joven exsecretaria del Trabajo y de Gobernación forma parte de la gira nacional que ha emprendido para reorganizar y robustecer el partido guinda, con la meta de incorporar 10 mil ciudadanos a su padrón de militantes, lo que lo convertiría en una fuerza colosal frente a la oposición cada vez más diezmada. Como los tres municipios de la zona conurbada son gobernados por el Movimiento de Regeneración Nacional, se espera que la afluencia al acto sea considerable y se enviará un mensaje de que en Tamaulipas la cuarta transformación, bajo el liderazgo del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, es indiscutible.

A ver cómo les queda el ojo al PAN y al PRI que cada día pasan más desapercibidos por una sociedad a la que defraudaron.

E-mail: raulpazos45@gmail.com