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En un proceso que prácticamente pasó desapercibido para la mayoría de los tamaulipecos, el Partido Revolucionario Institucional, o lo que queda de él, renovó su dirigencia estatal, recayendo la nominación en dos figuras poco o nada conocidas en el ámbito político pero que ya proclaman “que volverán a ser la fuerza electoral de antaño”.
BRUNO DÍAZ LARA, un mantense que fue regidor en dos ocasiones en el ayuntamiento de ese municipio, es el nuevo presidente tricolor en la entidad. Se sabe que inició su carrera política en el sector juvenil del partido, aunque su nombre no les dice nada a la mayoría de militantes del resto del estado. Pero a sus 30 años de edad es el dirigente más joven que haya tenido el PRI tamaulipeco.
Para la secretaría general fue electa ROSARIO GARZA RINCONES, de 36 años, oriunda de San Fernando y que se venía desempeñando en algunas áreas de la estructura tricolor, sin figurar en los primeros planos.
Su nombramiento se llevó a cabo el lunes pasado de manera automática, pues conformaron la única planilla que se registró para tal proceso. Se dice que su encumbramiento tuvo el visto bueno del dirigente nacional ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, conocido como “ALITO”.
Los nuevos directivos reciben un partido desmantelado, con una numeralia electoral poco significativa, con finanzas altamente diezmadas y con la deserción de muchas de sus figuras relevantes que optaron por tomar distancia ante el hundimiento del buque.
Durante décadas el PRI mantuvo el absoluto dominio político en Tamaulipas. Sin duda tuvo buenos gobernadores que supieron mantener una efectiva interacción con la ciudadanía, como lo fue AMÉRICO VILLARREAL GUERRA. Pero luego vinieron otros que con sus acciones fueron minando gradualmente la fortaleza y prestigio de la otrora omnipotente institución.
Fue el caso de MANUEL CAVAZOS LERMA, un salinista despótico, represivo y soberbio que se creía iluminado por fuerzas esotéricas. Le seguirían TOMÁS YARRINGTON y EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES que, aunque en sus momentos de cumbre tuvieron buena aceptación, a la postre terminaron tras las rejas por actos de corrupción.
Pero el último golpe letal lo propinó EGIDIO TORRE CANTÚ, un gobernante gris que pactó entregar al poder a Acción Nacional en la persona de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA a cambio, según se dice, de impunidad. Hoy vive en el elegante barrio de San Pedro Garza García, Nuevo León.
De ahí, todo fue en picada libre y más cuando hizo mancuerna con su antiguo oponente, el PAN, que en los hechos se convirtió en el jefe de la alianza y que dictaba las políticas a seguir. Muchos militantes priístas aceptaron sin chistar el sometimiento.
Ese es el escenario en el que hacen su aparición los nuevos dirigentes, que supone retos colosales difíciles de enfrentar y que equivalen a haberse sacado la rifa del tigre. Pero no hay peor lucha que la que no se hace y habrá que concederles el beneficio de la duda.
Pero mientras que el proceso del PRI pasó desapercibido, por estos días la atención política generalizada se centra en la elección de la nueva dirigencia estatal del Movimiento Regeneración Nacional que deberá realizarse el próximo sábado en Ciudad Victoria.
MORENA es hoy gobierno en el estado y en la mayoría de los municipios tamaulipecos, como parte del avasallador avance que el partido guinda ha tenido a nivel nacional a partir de 2018. Así, sus cargos ejecutivos representan una oportunidad para escalar posiciones políticas. No se manejan muchos nombres, pero se habla de que será una mujer la que encabece el movimiento en la entidad.
Y este juego coincide con la visita que ayer hicieron a Tampico los dirigentes nacionales, LUISA MARÍA ALCALDE LUJÁN y ANDRÉS MANUEL LÓPEZ BELTRÁN, quienes seguramente serán enterados a detalle del proceso y darán su punto de vista, que podría resultar decisivo.
Por cierto que se difundieron imágenes de la joven exsecretaria del Trabajo y de Gobernación recorriendo el Centro Histórico de Tampico, donde saludó y conversó con algunos viandantes, confirmando que su tendencia es trabajar a suelo raso para estar en contacto con los ciudadanos de a pie.
Pasando a otro tema, la COMAPA Sur le ha entrado de lleno a la atención de un viejo problema en el municipio de Ciudad Madero. En un acto oficial en el vecino municipio, el gerente del organismo, FRANCISCO GONZÁLEZ CASANOVA, anunció el Proyecto La Barra, que consiste en resolver una grave deficiencia hidráulica que afecta a ese populoso sector con cien años de antigüedad.
El plan contempla la construcción del drenaje sanitario y tres cárcamos, así como la rehabilitación de 22.5 kilómetros de líneas para beneficiar a más de 55 mil personas que habitan en esa zona cercana a la playa de Miramar. El proyecto ha sido recibido con beneplácito por miles de familias que durante décadas han carecido de servicio de drenaje. Eso es lo que se llama brindar un auténtico servicio público.
Como comentario adicional, es alarmante el número de accidentes de tránsito en la zona conurbada. Choques entre autos y motocicletas y volcaduras han marcado un hito en este mes de noviembre con elevados daños materiales y lesionados. Algo urgente debe hacerse en materia de educación vial.
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