* ISMAEL Y SUS MENTIRAS
* MÁS DE 38 AÑOS A GARCÍA LUNA
* LA SENTENCIA PARALELA A CALDERÓN
Tras de no haberse presentado a rendir protesta a causa, según él, de una afección de covid, el martes pasado apareció en el Congreso del Estado el diputado local panista ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, quien de entrada se dibujó como alguien que usa la mentira y la soberbia como su principal bandera.
Explicando a los periodistas que cubren “la fuente” que llevaba un amparo en la bolsa para evitar cualquier intento de aprehensión en su contra, el legislador soltó unas palabras que solo él se cree: “Hay que tomar en cuenta que hoy estamos enfrentando a un gobierno represor y dictatorial”. Vaya desfachatez.
Tal parece que se le olvidó, o quiso ignorarlo convenencieramente, que su hermano FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA encabezó una administración persecutoria, vengativa y represiva contra todos aquellos que disentían de sus políticas, así fueran miembros de su propio partido.
Los encarcelamientos, el espionaje y el reproche alevoso fueron la constante durante el sexenio cabecista, que se acentuaron en vísperas de las elecciones en las que se decidiría su sucesión, en un intento por prolongar su poder a través de su “delfín”, CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, quien fue su secretario de gobierno.
Y en el colmo del cinismo, añadió: “Vengo a representar a una parte bastante considerable de la población que no está de acuerdo con lo que está pasando en el país y en Tamaulipas. “Yo representó a todas esas voces”.
En realidad, ISMAEL solo representa los intereses de un grupo político que encabeza su hermano refugiado en Texas, pues no hay que olvidar que llegó a su curul por la vía plurinominal, esto es sin someterse a votación alguna y solo por la decisión de las cúpulas panistas.
En rigor, no recibió ningún mandato en las urnas como para arrogarse una representación popular que dista mucho de tener. Ya en el 2018 cuando se postuló para el Senado de la República, recibió el rechazo de los tamaulipecos que prefirieron al morenista AMÉRICO VILLARREAL ANAYA. Logró llegar a la Cámara Alta pero bajo el esquema de primera minoría, es decir, de manera automática.
Y tan no siente compromiso alguno con nadie, ni siquiera con quienes dice “representar”, que abandonó el recinto legislativo a mitad de la sesión, demostrando que lo que solo le interesaba era tomarse la foto y no el ejercicio de su función.
Tanto él como FRANCISCO están acostumbrados a sentirse iluminados, indispensables e insustituibles, aunque solo sean políticos que buscan el poder para servir sus intereses. Pero lo cierto es que la probidad les es tan ajena, que uno tiene que andar prófugo y el otro amparado Y eso los pinta de cuerpo entero.
Por otra parte, otro diputado local panista, igualmente rescoldo del grupo CABEZA DE VACA, ha estado en los últimos días en un escenario de controversia. VICENTE VERÁSTEGUI OSTOS, hermano de “El Truco”, supuestamente fue objeto de un intento de secuestro, en condiciones que no han quedado muy claras.
Realmente es muy lamentable que alguien sea víctima de una privación forzada de su libertad y se ponga en riesgo su integridad y hasta su vida. Pero no faltan los que afirman que todo se trató de una simulación para tener argumentos de ataque contra el gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA. Serán las autoridades de la Fiscalía del Estado las que finalmente aclaren el asunto.
La noticia del día, incluso a nivel mundial, es la condena que un juez federal de los Estados Unidos impuso a GENARO GARCÍA LUNA, exsecretario de Seguridad Pública de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Casi 39 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado, de los que previamente había sido encontrado culpable por un jurado.
“Usted tiene una doble vida, usted puede vestir muy elegante, usted puede decir que respeta la ley, pero su conducta es la misma que la de “El Chapo”, le dijo el juzgador antes de emitir su veredicto en lo que fue una lapidaria apreciación de un comportamiento.
Según las acusaciones de los fiscales, GARCÍA LUNA favoreció al Cártel de Sinaloa, no solo brindándole protección, sino suministrándole información privilegiada para que pudiera operar impunemente y combatir a sus competidores, a cambio de millones de dólares que fueron a engrosar sus cuentas bancarias en paraísos fiscales. Y de esta sentencia de ninguna manera puede salir indemne su exjefe, FELIPE CALDERÓN, quien queda atrapado entre dos hipótesis que le son por igual destructivas. Si estaba enterado de lo que hacía su cercanísimo colaborador, es cómplice. Si, como él afirma, lo ignoraba, queda como un presidente ingenuo, por no emplear otra palabra más rigurosa.
Lo cierto es que el supuesto combate del gobierno calderonista contra el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos solo fue una simulación y por proteger a una facción, sumió al país en un baño de sangre cuyas consecuencias todavía estamos padeciendo, mientras que él lleva una vida de lujos en España tratando infructuosamente de justificarse ante una historia que ya le dictó una sentencia paralela.
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